Ingredientes de calidad: la clave del sabor
Desde la antigüedad, los panaderos han amasado, fermentado y horneado con pasión, creando panes que no solo satisfacen el hambre, sino que también despiertan los sentidos y elevan el placer de comer. Este proceso permite una atención meticulosa a cada detalle, desde la elección de los ingredientes hasta la manipulación de la masa. Desde siempre, en Santagloria seleccionamos cuidadosamente harinas, levaduras y sal buscando los mejores productos que realcen el sabor y la textura del pan. Y por supuesto, lo mismo hacemos con el resto de ingredientes presentes en nuestros panes, tales como las nueces, las pasas o las semillas de sésamo. Solo así podemos garantizar que el pan que horneamos diariamente en cada Santagloria, desde las crujientes baguettes hasta las hogazas densas y nutritivas, tiene los estándares de excelencia que buscamos para todo lo que ofrecemos a nuestros clientes.
No sólo de pan vive el hombre
Ni, por supuesto, la mujer. Por eso en Santagloria celebramos la belleza de lo hecho a diario más allá de nuestros panes. Con nuestra bollería dulce, por ejemplo, que también horneamos cada día inundando nuestros locales de un delicioso aroma, que anticipa lo que está por venir. Después la cubrimos con exquisito chocolate, con toppings de almendra o con azúcar glass, la bañamos en almíbar o la rellenamos con crema de pistacho o de avellanas. Y de esta forma estamos seguros de servir algo único en textura, sabor y presentación.
Y ese misma obsesión, la aplicamos también a nuestras especialidades saladas. Buscamos las combinaciones más sabrosas y seleccionamos los mejores ingredientes para acompañar nuestras deliciosas glorias: irresistible jamón ibérico, ensalada de cangrejo, salmón o aguacate. Lo mismo podemos decir de nuestros croissants salados donde, tras el horneado, se desata una fiesta de sabores: Mozarella, pavo, pesto a la genovesa, brie, atún, mayonesa, huevo duro o queso de cabra…
Rutina que sabe a gloria
Gracias a esta particular filosofía, cada día se presenta como una nueva oportunidad para perfeccionar nuestras habilidades y experimentar con nuevos ingredientes y técnicas. El resultado de todo este desvelo puede comprobarse diariamente en cualquier Santagloria, observando la satisfacción de nuestros clientes. Porque cuando pides un bocadillo te gusta saber que ha sido preparado en el día, con ingredientes de calidad. Y luego ya decides si prefieres el de Pastrami y Cheddar, el ibérico, el de mortadela italiana… Y lo mismo sucede con nuestras ensaladas, oasis de frescura elaborados diariamente con una selección de alta calidad: espinacas, rúcula, mézclum de lechugas, tomatitos Cherry, nueces… Saben aún más deliciosas cuando sabes que, además de contener ingredientes de primera, frescos y saludables, han sido preparadas con cariño diariamente.
La rutina se convierte así en un viaje culinario que evoluciona constantemente, manteniendo viva la llama de la pasión por nuestro trabajo. Son esos pequeños detalles, a menudo imperceptibles para los demás, los que revelan nuestro amor por lo que hacemos. Y en Santagloria ponemos cada día lo mejor de nosotros mismos para que nuestros clientes tengan asegurado su momento de gloria.