El Sándwich hecho arte
El Sándwich hecho arte

Decía el gran escritor Manuel Vázquez Montalbán: “La gastronomía, por su naturaleza efímera, no puede entrar en el museo". Por supuesto, en Santagloria no aspiramos a tanto. Pero sí a que cada nueva creación despierte la emoción de quien la prueba. Es lo que llamamos vivir momentos de gloria.

 

Este mes de septiembre vamos a celebrar el lanzamiento oficial de una nueva familia de sándwiches, que viene a ampliar las opciones saladas para disfrutar en Santagloria. Para crear esta pequeña obra de arte hemos cogido los sándwiches de siempre y los hemos replanteado a nuestro estilo, con dos propuestas calientes y una fría. Todos ellos son elaborados diariamente y con ingredientes de primera calidad.

 

 

-SANTAGLORIA CLUB

Todo un clásico, actualizado. Nuestro pan de molde whole grain envuelve todos los sabores de sus ingredientes: tortilla francesa, queso brie, jamón york, tomate seco y rúcula, acompañados de mayonesa y orégano.

 

-BRIOCHE TRUFADO

Sándwich caliente elaborado con una fusión entre el clásico pan de molde y el exquisito brioche, elaborado con mantequilla y masa madre, que le dan una textura, sabor y aroma únicos. Dentro, jamón york, espinacas, quesos edam y brie y lascas de Grana Padano. Y todo ello potenciado por el toque diferencial de la mayonesa trufada.

 

-SALMÓN CLUB

Un delicioso sándwich frío de salmón ahumado elaborado con pan de molde whole grain, un pan rústico y artesanal, con 100% de harina integral BIO, cocido en horno abierto.

Con una capa de queso crema, que le aporta cremosidad, tomate y rúcula que le da frescura y un toque de pistacho y sésamo, que lo hace especial y diferente.

 

Además, después interpretar los sándwiches de siempre a nuestra manera, le hemos pedido a la pintora e ilustradora Mercedes Bellido que hiciera su propia interpretación. Mercedes Bellido es una reconocida artista que ya ha realizado anteriormente colaboraciones de éxito con marcas tan importantes como Zara, Gucci, Nike, Chanel o Bimba y Lola.

 

 

Y la verdad, estamos encantado con el resultado. Tanto que hemos impreso unas preciosas manteletas para que todos nuestros clientes puedan también disfrutar de su arte.

 

Además, el día 11 se celebrará un evento en nuestro local de la calle Princesa, 76 de Madrid, donde presentaremos la nueva familia de sándwiches, con degustación incluida. Y donde también contaremos con la presencia de Mercedes Bellido pintando una de sus interpretaciones en vivo y en directo, entre otras sorpresas. Si no puedes acudir en persona, no te preocupes porque recogeremos lo que allí pase y podrás verlo en nuestros perfiles en redes sociales.

 

En Santagloria estamos muy emocionados por este lanzamiento que, como decíamos antes, es arte por partida doble. Y es que la relación entre la gastronomía y el arte viene de antiguo. Acompáñanos para conocerla un poco mejor.

 

La comida en la pintura: un recorrido histórico

 

La relación entre el arte y la comida es una conexión profunda y milenaria que se manifiesta en diversas formas, especialmente en la pintura y la ilustración. Desde las primeras representaciones en cuevas hasta las más sofisticadas composiciones de bodegones, la comida ha sido un tema recurrente en el arte, no solo como una representación de la realidad cotidiana, sino también como un símbolo de cultura, poder, religión, y estética.

 

Ya en las antiguas civilizaciones egipcia, griega o romana encontramos registros de la comida en la pintura, donde se representaban banquetes y ofrendas en frescos y mosaicos. Estos no solo eran una demostración de opulencia, sino también un testimonio de la importancia de la comida en la vida religiosa y social. En la Roma antigua, las representaciones de frutas, verduras y animales eran comunes en los mosaicos de las villas, simbolizando la abundancia y el lujo.

 

Durante la Edad Media, la comida en el arte adoptó un enfoque más simbólico y religioso. En las obras religiosas cristianas, el pan y el vino se representaban como símbolos del cuerpo y la sangre de Cristo, mientras que las escenas de banquetes en los manuscritos iluminados a menudo tenían connotaciones morales, reflejando las virtudes y vicios humanos.

 

Sin embargo, fue durante el Renacimiento cuando la representación de la comida en la pintura alcanzó una nueva dimensión. Los bodegones, o naturalezas muertas, se convirtieron en un género popular en Europa, especialmente en los Países Bajos. Artistas como Pieter Claesz y Willem Kalf crearon intrincados bodegones que no solo mostraban la habilidad técnica del pintor, sino que también revelaban la creciente importancia de la comida en la vida cotidiana y en la economía. Estos bodegones a menudo contenían un mensaje moral sobre la fugacidad de la vida, con elementos como relojes de arena, calaveras o frutas que empezaban a pudrirse, recordando al espectador la inevitabilidad de la muerte.

 

En la pintura barroca, la comida continuó siendo un tema de interés, pero con un enfoque aún más dramático y simbólico. Las obras de Caravaggio, por ejemplo, son un excelente ejemplo de cómo la comida puede ser utilizada para explorar temas de la vida, la muerte, y la redención. En "La Cena de Emaús" (1601), Caravaggio utiliza el pan y el vino no solo como elementos narrativos, sino también como símbolos del sacrificio y la redención.

 

Más tarde, en el siglo XIX, la comida siguió siendo un tema relevante en la pintura, pero con un enfoque más centrado en la realidad cotidiana. Los impresionistas, como Claude Monet y Pierre-Auguste Renoir, representaron escenas de picnics y almuerzos al aire libre, capturando la luz y la atmósfera de los momentos cotidianos. Estas obras reflejan un cambio en la percepción de la comida, de ser un símbolo de poder o religión a ser una parte esencial de la vida diaria, digna de ser capturada en el arte.

 

La vanguardia marcará nuevas relaciones del arte y la comida a lo largo del siglo XX,

que no tiene por objetivo calmar el hambre, sino promover un arte del gusto. Desde los bodegones cubistas de Picasso, Braque o Juan Gris, hasta Dalí, que llevará a la máxima dimensión surrealista la presencia de comida en su pintura, representando el alimento como objeto perverso de deseo, que formará parte de su estética blanda y comestible. Después, Andy Warhol convertirá la publicidad de la comida enlatada en obra de arte, con las sopas Campbell's y la Coca-Cola.

 

Los ejemplos son innumerables hasta llegar a nuestros días, donde en el campo de la ilustración lo culinario sigue siendo un tema central y trasciende no solo como objeto de consumo, sino como un elemento estético en si mismo.

 

Tras este breve recorrido, es fácil llegar a la conclusión de que el arte y la gastronomía mantienen desde siempre una íntima y fructífera relación. Y es que ambos tienen la capacidad de despertar nuestras emociones.

 

Por nuestra parte, en Santagloria pensamos seguir trabajando para emocionar a nuestros clientes, tanto con nuestras creaciones dulces como con nuevas especialidades saladas, tan deliciosas como nuestra nueva familia de sándwiches.