California, finales de los años 60. Una época en la crecía exponencialmente el número de personas que sentían la necesidad de cuidarse más. Allí se desarrolló el concepto smoothie, una alternativa a los refrescos y bebidas artificiales importada de los países tropicales de América Latina, donde los refrescos de fruta batida eran toda una tradición. Desde entonces, el smoothie (del inglés smooth, ‘suave’), ha conquistado a legiones de personas que no quieren elegir entre cuidarse y vivir un momento refrescante.
En Santagloria sabemos que se cuentan por miles las personas que nos visitan pensando en degustar un delicioso smoothie y por eso, acabamos de renovar nuestra gama lanzando tres nuevas formas de disfrutar del máximo sabor sin pecar. Llenos de vitaminas, antioxidantes y minerales. Fresquitos y deliciosos para regalar un momento de placer a todos sus fans.
Porque lo natural es cuidarse disfrutando.
GREEN LIFE
Una sorprendente combinación de espinaca fresca, apio en dados, jengibre, kale, manzana y
zumo de naranja. Todo ello decorado con semillas que refuerzan la sensación de naturalidad.
Un momento de gloria que además recarga tu energía.
BANANA SPLIT
¿Tomar algo sano o darse un capricho? El eterno dilema queda resuelto con esta combinación, que lo consigue todo uniendo la fresa con el plátano, el zumo de naranja y topping de chocolate. De remate, fresón y filipinos blancos. La mejor forma de evitar la tentación es caer en ella.
TROPICAL
Ahora trasladarse al trópico para vivir un momento de gloria está al alcance de cualquiera. Una mezcla de fresa, mango, papaya, pitaya, zumo de naranja y limonada, coronada con una decoración de naranja.
Una nota de color y sabor en el día a día.
Hay quien opta por un smoothie tan solo porque quiere disfrutar de un sabor refrescante y natural, pero lo cierto es que sus ingredientes aportan mucho más de lo que pensamos. Tomemos como ejemplo nuestro nuevo smoothie Green Life. Vamos a ver qué beneficios tienen sus ingredientes para nuestra salud:
Espinaca: fibra, hierro, potasio, folatos, vitamina C, A, E y b-carotenos.
El valor nutritivo de las espinacas radica en su contenido en vitaminas y minerales. En concreto, este alimento es fuente de folatos, vitamina C y vitamina A y vitamina E. Los folatos contribuyen a la formación normal de las células sanguíneas. La vitamina
C contribuye a la protección de las células frente al daño oxidativo, al igual que la vitamina E. Por último, la vitamina A contribuye al mantenimiento de las mucosas, la piel y la visión en condiciones normales. También aportan alto contenido en b-carotenos, compuestos que se transforman en vitamina A en nuestro organismo. Asimismo, contienen otros carotenoides como la luteína y la zeaxantina, que se encuentran en el cristalino humano y la retina, concretamente en la mácula cuya degeneración es la causa principal de ceguera en la edad avanzada. En cuanto a los minerales, cabe destacar que es fuente de potasio y hierro, además de favorecer la absorción de este último gracias a la vitamina C. Además, aportan una cantidad apreciable de fibra (soluble e insoluble), que favorece el tránsito intestinal.
Apio: Es antibacteriano y purificador de la sangre, su efecto antiinflamatorio es bueno para la gota y artritis y ayuda a la renovación de las articulaciones y tejido conjuntivo. Además es antioxidante, digestivo, ayuda a la hipertensión y retención de líquidos y problemas de la piel. El apio contiene flavonoides, compuestos con actividad antioxidante y funciones biológicas diversas (vasodilatadores, anti carcinogénicos, antiinflamatorios, antibacterianos, inmuno-estimulantes, antivirales, etc.), entre los que cabe citar la miricetina, quercetina y kaempferol (flavonoles), y la luteolina y apigenina (flavonas). Asimismo, contiene pequeñas cantidades de furanocumarinas biológicamente activas, fundamentalmente la xantotoxina y el bergapteno, que pueden actuar, en la prevención del cáncer, y que también se han utilizado en el tratamiento de algunas enfermedades de la piel como el vitíligo y la psoriasis.
Kale: El kale o col rizada tiene una buena cantidad de fibra, de proteínas vegetales y de minerales como el calcio, el hierro, potasio y zinc. Aporta un bajo contenido energético y es especialmente rica en antiinflamatorios y antioxidantes como la vitamina C, aportando un 200% de la cantidad diaria recomendada. También destaca su contenido en folatos, que contribuyen al crecimiento de los tejidos maternos durante el embarazo y una ración aporta el 30% de las ingesta diaria de ácido fólico que recomiendan los especialistas. Entre sus beneficios destaca como un aliado para las dietas de adelgazamiento al tener pocas calorías y mucha fibra. Su alto contenido en vitamina K ayuda en la formación ósea y la coagulación de la sangre, y su vitamina A en la prevención de enfermedades oculares y en el fortalecimiento del sistema inmunitario. Aporta más hierro que la carne de ternera y más calcio que la leche. Además, es un alimento muy rico en glucosinatos, unos compuestos que se estudian en la actualidad como posibles sustancias anticancerígenas.
Manzana:
Contiene grandes cantidades de carotenoides y flavonoides, cuya acción antioxidante e inflamatoria es beneficiosa para proteger el sistema inmune y el sistema nervioso central. La manzana también contiene distintos tipos de fibra, entre ellos, la pectina, que ayuda a aliviar las dolencias gástricas y disminuye la absorción de grasas provenientes de determinados alimentos. O la celulosa y la lignina, que favorecen el tránsito intestinal al contribuir a la absorción del agua en el intestino. Su ácido málico, aumenta la producción de saliva en la boca y de ese modo reduce la proliferación de bacterias, lo que evita la caries. Además de todo la manzana sacia nuestro apetito y evita que comamos de más.